Descalifican renunciante Acroarte NY

  Por Humberto Olivieras

Como reacción a las recientes sanciones impuestas por la Asociación de Cronistas de Arte, Acroarte, entre las cuales están la suspensión temporal de dos de sus miembros y la expulsión definitiva de tres, el comunicador Ramón Aníbal Ramos, radicado en Nueva York, anunció que rompería su carnet de membrecía de la institución, y que en consecuencia renunciaba a la misma.

Al respecto uno de los directivos de la filial de Acroarte en Nueva York, expreso que “quienes conocen la trayectoria de ese amigo  saben que esa disposición suya no significa absolutamente nada para la entidad, en vista de que nunca ha hecho vida dentro de la misma. Su reconocida prepotencia y arrogancia siempre lo han llevado a mantenerse al margen de ella. Por lo tanto su renuncia es completamente inocua para la asociación”.

Otro dirigente de la entidad en la Gran Urbe, dijo que “lo único positivo que tiene el exabrupto de Ramón Aníbal es que otros miembros de Acroarte no compartan las medidas disciplinarias comentadas por desconocer las reiteradas violaciones de los estatutos y de la ética de la institución, por parte de los afectados. Violaciones que entre otras cosas, llegaron repetidamente a la injuria y a la difamación.”

Coincidieron esos dirigentes en decir que hay que diferenciar crítica y disentimiento, de diatribas contra el honor personal y familiar de cualquier individuo o institución.

Uno de las fundadoras en Nueva York de Acroarte enfatizo  que “así como a un padre las leyes no le permiten  que en su condición de tal abuse de sus hijos,  tampoco las normas más elementales no le permiten  a nadie que denigre a los directivos de una institución a la que pertenezca, por más fundador y directivo que haya sido de la misma.

Se refería el declarante en particular a la suspensión por dos años de la institución, del cronista Joseph Cáceres, fundador y expresidente de la organización en la República Dominicana.

“Pero, además, ¿no es una falta de integridad el qué una persona se dedique a desacreditar a una organización a la qué pertenezca, y qué no sólo no renuncie a la misma, sino qué además proteste y no acepte que lo separen de ella?”, argumentaron los acroartistas consultados de la filial neuyorquina.

“¿Cómo se puede juzgar esa actitud? Quizá la única explicación es que esa persona, además de despreciar a la organización en cuestión, a la vez se irrespete a sí mismo manteniéndose en su seno”, abundaron esos miembros de ultramar.

También recordaron que es la segunda vez que el renunciante incurre en el mismo gesto en relación con Acroarte. La primera vez fue en protesta porque a una afiliada a la entidad le otorgaran un reconocimiento.

Por otra parte señalaron que “el carácter egotista e irascible de Ramón Aníbal”  fue lo que determinara que lo sacaran de la emisora radial para la que trabajaba en tiempos pasados en Nueva York, a pesar de sus buenas cualidades como locutor noticioso.

Los declarantes solicitaron que no se mencionara sus nombres en la presente nota, en vista de la amistad “y hasta de relaciones de trabajo” que mantienen con el dimitente en cuestión.