miércoles, 10 de noviembre de 2010





· Una prensa sin puntos definidos.

· Publicidad contraproducente.

· Joseph Cáceres desata avispero.

· El eterno Anthony Ríos.

· Tropiezos lingüísticos en prensa.


De los ocho periódicos diarios que se publican en el país, solamente hay unos tres posesionados en la mente del público. Los demás son impresos noticiosos –si se quiere bien presentados- que giran cuales satélites en torno a las concepciones de los otros.

Expliquémonos con mayor claridad: Toda sociedad está segmentada en cuanto a cultura, gustos, preferencias e ideales, como fruto, consecuencia o corolario de la situación económica y demográfica de cada parte, y entre muchos enfoques, ese estado lo lleva a considerar que tal periódico resume su punto de vista de la sociedad. ¿Capire?

Tomando en cuenta lo cerrada de nuestra sociedad por su tamaño y limitado desarrollo (que necesariamente no tiene porqué ser así, tal como no ocurre con Taiwán), las opciones para el posesionamiento de un periódico son las siguientes: pro gubernamental; pro cuestionador gubernamental; sensacionalista, y provincial. En el país no hay lugar para una prensa básicamente deportiva, o fundamentalmente de farándula y el jet-set, empero sí creemos que existe un mercado para un medio abiertamente contestatario, investigativo, independiente políticamente, pero editado con alto tecnicismo y profesionalismo.

Dentro de las opciones desempeñadas actualmente existe el desafío de qué tan conscientes están los editores de esos órganos como para mantenerlos ceñidos a sus lineamientos y en no incurrir con frecuencia en deslices de los mismos, confundiendo a su propio público.


Publicidad contraproducente.

En estos días la televisión dominicana difunde una campaña publicitaria de un banco comercial, en la cual se presenta una escena del mundo del narcotráfico llena de violencia, con dispararos de pistola y otras acciones; y luego de la escalofriante presentación, entonces aparece la institución ofertándose como un buen negocio al que se debe acudir para transacciones financieras, etc., etc. Y cabe la pregunta, ¿después qué el público pasa por el sobrecogimiento del suceso escenificado, se sentirá estimulado para escoger ese banco como depositario de su confianza, o más bien lo eludirá ante la imagen detestable con la qué ha quedado unido? Todavía más, ¿cuándo después de todo un cliente establecido entra a la entidad, no estará pensando en balas y violencia por doquier? ¿Y tal mentalidad, es positiva?


El avispero desatado por Joseph Cáceres.

Este cronista farandulero, indudablemente que el más capaz y talentoso de su rama, acaba de levantar todo un avispero con la aseveración de que en gran medida el mundo de la farándula en el país, está movido por el lavado de dinero. Y en ese sentido dice que gracias a esos recursos se deben orquestas, programas televisivos, conciertos, festivales y las megadivas. Su denuncia era un secreto a voces, todo el mundo lo sabía, pero nadie se había atrevido a publicarla explícitamente. Dada la independencia financiera y administrativa de la farándula, ¿habrá un ambiente de éstos que no esté sostenido en mayor o menor nivel por el lavado de activos? ¿Alguien qué haya acumulado un capital a base de años de trabajo, se arriesgará a invertir sumas millonarias en negocios tan impredecibles como las actividades artísticas? Sí los hay, pero son excepciones


El eterno Anthony Ríos

Hay que darle mucho crédito a Anthony Ríos por permanecer cerca de cuarenta años en el gusto del público. Después que él comenzara en el Combo Show de Johnny Ventura en la década del `60, decenas de solistas hembras y varones, así como agrupaciones musicales han desaparecido del medio ambiente. Fausto Rey, por ejemplo, a pesar de conservar en un buen grado su portentosa voz, no ha podido mantenerse en la escala que su excompañero en aquel conjunto musical. Camboy Estévez es otro que aunque a destajos ha seguido comiendo con grasa de su arte. Aparte de estos dos últimos, todos los demás han pasado definitivamente al baúl de los recuerdos. Incluso artistas que comenzaran diez y hasta veinte años después que lo hiciera el hoy panzón y dientú, quedaron arrinconados.

Tropiezos lingüísticos en prensa

Para sorpresa de la persona pública que visita el país, la mayoría de quienes hacen vida en los medios sociales no tienen por costumbre disponer de tarjetas de representación personal; es algo que hoy en día raya en el bochorno.

Dominicana Moda

Fue el título de un festival de ese campo. Se entiende que en esa humareda social existe algo así como licencia para decir las cosas como mejor se les antoje a sus productores, y que es una pérdida de tiempo juzgar su lingüística con el rigor de las normas correspondientes. Pero nadie negará que el dichoso titulito resulta una paja en un ojo. Es todo un retruécano gramatical. El gentilicio utilizado como adjetivo antepuesto al sustantivo moda, lo pudieron colocar en su orden natural y se hubiera visto bello: Moda Dominicana, o definitivamente valerse de un anglicismo excusable: Dominican fashion.

La jueza

Lingüistas como Alex Grijelmo, Ramón Constanza, Rafael González Tirado, Diógenes Céspedes y muchísimos otros, sufren cada vez que leen en la prensa esa denominación, pero su uso se ha arraigado tanto, que no queda más remedio que aceptarlo y voltear la vista para otro lado. Ellos insisten en que la correcto es: La juez, porque además de ser la regla, no decimos el juezo.

Lo mismo sucede con álgido. El diccionario dice que es cosa fría, pero periodistas y escritores les dieron con utilizarlo para significar algo muy caliente, muy difícil o enmarañado.

Igual ocurre con desapercibido. No apercibido, no advertido, no preparado para equis accion, pero irremediablemente se ha extendido con el sentido de no percibido, no reconocido.

Poder Fáctico

En un reciente editorial de un matutino provincial, se utiliza el adjetivo fáctico cuatro veces, inclusive dos veces en un mismo párrafo. Y eso, además de atragantar al lector es una demostración de pobreza lexicográfica imperdonable a ese nivel, o cuando menos de un descuido inexcusable.

Veamos: (1) “Esa dinámica política se rige por el juego de los grupos o personas con más fuerza fáctica”. (2) “Quien gana más fuerza o poder fáctico saca mayor ventaja…”. (3) “…combinado con grupos del PRSC, le dejaron caer el dictamen del poder fáctico…”, y (4) “… un juego de intereses personales y grupales de los poderes fácticos patrimonialistas…”.
· Una prensa sin puntos definidos.

· Publicidad contraproducente.

· Joseph Cáceres desata avispero.

· El eterno Anthony Ríos.

· Tropiezos lingüísticos en prensa
.



De los ocho periódicos diarios que se publican en el país, solamente hay unos tres posesionados en la mente del público. Los demás son impresos noticiosos –si se quiere bien presentados- que giran cuales satélites en torno a las concepciones de los otros.


Expliquémonos con mayor claridad: Toda sociedad está segmentada en cuanto a cultura, gustos, preferencias e ideales, como fruto, consecuencia o corolario de la situación económica y demográfica de cada parte, y entre muchos enfoques, ese estado lo lleva a considerar que tal periódico resume su punto de vista de la sociedad. ¿Capire?


Tomando en cuenta lo cerrada de nuestra sociedad por su tamaño y limitado desarrollo (que necesariamente no tiene porqué ser así, tal como no ocurre con Taiwán), las opciones para el posesionamiento de un periódico son las siguientes: pro gubernamental; pro cuestionador gubernamental; sensacionalista, y provincial. En el país no hay lugar para una prensa básicamente deportiva, o fundamentalmente de farándula y el jet-set, empero sí creemos que existe un mercado para un medio abiertamente contestatario, investigativo, independiente políticamente, pero editado con alto tecnicismo y profesionalismo.


Dentro de las opciones desempeñadas actualmente existe el desafío de qué tan conscientes están los editores de esos órganos como para mantenerlos ceñidos a sus lineamientos y en no incurrir con frecuencia en deslices de los mismos, confundiendo a su propio público.



Publicidad contraproducente.


En estos días la televisión dominicana difunde una campaña publicitaria de un banco comercial, en la cual se presenta una escena del mundo del narcotráfico llena de violencia, con dispararos de pistola y otras acciones; y luego de la escalofriante presentación, entonces aparece la institución ofertándose como un buen negocio al que se debe acudir para transacciones financieras, etc., etc. Y cabe la pregunta, ¿después qué el público pasa por el sobrecogimiento del suceso escenificado, se sentirá estimulado para escoger ese banco como depositario de su confianza, o más bien lo eludirá ante la imagen detestable con la qué ha quedado unido? Todavía más, ¿cuándo después de todo un cliente establecido entra a la entidad, no estará pensando en balas y violencia por doquier? ¿Y tal mentalidad, es positiva?




El avispero desatado por Joseph Cáceres.


Este cronista farandulero, indudablemente que el más capaz y talentoso de su rama, acaba de levantar todo un avispero con la aseveración de que en gran medida el mundo de la farándula en el país, está movido por el lavado de dinero. Y en ese sentido dice que gracias a esos recursos se deben orquestas, programas televisivos, conciertos, festivales y las megadivas. Su denuncia era un secreto a voces, todo el mundo lo sabía, pero nadie se había atrevido a publicarla explícitamente. Dada la independencia financiera y administrativa de la farándula, ¿habrá un ambiente de éstos que no esté sostenido en mayor o menor nivel por el lavado de activos? ¿Alguien qué haya acumulado un capital a base de años de trabajo, se arriesgará a invertir sumas millonarias en negocios tan impredecibles como las actividades artísticas? Sí los hay, pero son excepciones

El eterno Anthony Ríos


Hay que darle mucho crédito a Anthony Ríos por permanecer cerca de cuarenta años en el gusto del público. Después que él comenzara en el Combo Show de Johnny Ventura en la década del `60, decenas de solistas hembras y varones, así como agrupaciones musicales han desaparecido del medio ambiente. Fausto Rey, por ejemplo, a pesar de conservar en un buen grado su portentosa voz, no ha podido mantenerse en la escala que su excompañero en aquel conjunto musical. Camboy Estévez es otro que aunque a destajos ha seguido comiendo con grasa de su arte. Aparte de estos dos últimos, todos los demás han pasado definitivamente al baúl de los recuerdos. Incluso artistas que comenzaran diez y hasta veinte años después que lo hiciera el hoy panzón y dientú, quedaron arrinconados.

Tropiezos lingüísticos en prensa


Para sorpresa de la persona pública que visita el país, la mayoría de quienes hacen vida en los medios sociales no tienen por costumbre disponer de tarjetas de representación personal; es algo que hoy en día raya en el bochorno.


Dominicana Moda


Fue el título de un festival de ese campo. Se entiende que en esa humareda social existe algo así como licencia para decir las cosas como mejor se les antoje a sus productores, y que es una pérdida de tiempo juzgar su lingüística con el rigor de las normas correspondientes. Pero nadie negará que el dichoso titulito resulta una paja en un ojo. Es todo un retruécano gramatical. El gentilicio utilizado como adjetivo antepuesto al sustantivo moda, lo pudieron colocar en su orden natural y se hubiera visto bello: Moda Dominicana, o definitivamente valerse de un anglicismo excusable: Dominican fashion.


La jueza


Lingüistas como Alex Grijelmo, Ramón Constanza, Rafael González Tirado, Diógenes Céspedes y muchísimos otros, sufren cada vez que leen en la prensa esa denominación, pero su uso se ha arraigado tanto, que no queda más remedio que aceptarlo y voltear la vista para otro lado. Ellos insisten en que la correcto es: La juez, porque además de ser la regla, no decimos el juezo.

Lo mismo sucede con álgido. El diccionario dice que es cosa fría, pero periodistas y escritores les dieron con utilizarlo para significar algo muy caliente, muy difícil o enmarañado.


Igual ocurre con desapercibido. No apercibido, no advertido, no preparado para equis accion, pero irremediablemente se ha extendido con el sentido de no percibido, no reconocido.


Poder Fáctico


En un reciente editorial de un matutino provincial, se utiliza el adjetivo fáctico cuatro veces, inclusive dos veces en un mismo párrafo. Y eso, además de atragantar al lector es una demostración de pobreza lexicográfica imperdonable a ese nivel, o cuando menos de un descuido inexcusable.


Veamos: (1) “Esa dinámica política se rige por el juego de los grupos o personas con más fuerza fáctica”. (2) “Quien gana más fuerza o poder fáctico saca mayor ventaja…”. (3) “…combinado con grupos del PRSC, le dejaron caer el dictamen del poder fáctico…”, y (4) “… un juego de intereses personales y grupales de los poderes fácticos patrimonialistas…”.

· Una prensa sin puntos definidos.

·
Publicidad contraproducente.

· Joseph Cáceres desata avispero.

·
El eterno Anthony Ríos.

· Tropiezos lingüísticos en prensa
.



De los ocho periódicos diarios que se publican en el país, solamente hay unos tres posesionados en la mente del público. Los demás son impresos noticiosos –si se quiere bien presentados- que giran cuales satélites en torno a las concepciones de los otros.


Expliquémonos con mayor claridad: Toda sociedad está segmentada en cuanto a cultura, gustos, preferencias e ideales, como fruto, consecuencia o corolario de la situación económica y demográfica de cada parte, y entre muchos enfoques, ese estado lo lleva a considerar que tal periódico resume su punto de vista de la sociedad. ¿Capire?


Tomando en cuenta lo cerrada de nuestra sociedad por su tamaño y limitado desarrollo (que necesariamente no tiene porqué ser así, tal como no ocurre con Taiwán), las opciones para el posesionamiento de un periódico son las siguientes: pro gubernamental; pro cuestionador gubernamental; sensacionalista, y provincial. En el país no hay lugar para una prensa básicamente deportiva, o fundamentalmente de farándula y el jet-set, empero sí creemos que existe un mercado para un medio abiertamente contestatario, investigativo, independiente políticamente, pero editado con alto tecnicismo y profesionalismo.


Dentro de las opciones desempeñadas actualmente existe el desafío de qué tan conscientes están los editores de esos órganos como para mantenerlos ceñidos a sus lineamientos y en no incurrir con frecuencia en deslices de los mismos, confundiendo a su propio público.



Publicidad fallida por contraproducente.


En estos días la televisión dominicana difunde una campaña publicitaria de un banco comercial, en la cual se presenta una escena del mundo del narcotráfico llena de violencia, con dispararos de pistola y otras acciones; y luego de la escalofriante presentación, entonces aparece la institución ofertándose como un buen negocio al que se debe acudir para transacciones financieras, etc., etc. Y cabe la pregunta, ¿después qué el público pasa por el sobrecogimiento del suceso escenificado, se sentirá estimulado para escoger ese banco como depositario de su confianza, o más bien lo eludirá ante la imagen detestable con la qué ha quedado unido? Todavía más, ¿cuándo después de todo un cliente establecido entra a la entidad, no estará pensando en balas y violencia por doquier? ¿Y tal mentalidad, es positiva?





El avispero desatado por Joseph Cáceres.


Este cronista farandulero, indudablemente que el más capaz y talentoso de su rama, acaba de levantar todo un avispero con la aseveración de que en gran medida el mundo de la farándula en el país, está movido por el lavado de dinero. Y en ese sentido dice que gracias a esos recursos se deben orquestas, programas televisivos, conciertos, festivales y las megadivas. Su denuncia era un secreto a voces, todo el mundo lo sabía, pero nadie se había atrevido a publicarla explícitamente. Dada la independencia financiera y administrativa de la farándula, ¿habrá un ambiente de éstos que no esté sostenido en mayor o menor nivel por el lavado de activos? ¿Alguien qué haya acumulado un capital a base de años de trabajo, se arriesgará a invertir sumas millonarias en negocios tan impredecibles como las actividades artísticas? Sí los hay, pero son excepciones


El eterno Anthony Ríos


Hay que darle mucho crédito a Anthony Ríos por permanecer cerca de cuarenta años en el gusto del público. Después que él comenzara en el Combo Show de Johnny Ventura en la década del `60, decenas de solistas hembras y varones, así como agrupaciones musicales han desaparecido del medio ambiente. Fausto Rey, por ejemplo, a pesar de conservar en un buen grado su portentosa voz, no ha podido mantenerse en la escala que su excompañero en aquel conjunto musical. Camboy Estévez es otro que aunque a destajos ha seguido comiendo con grasa de su arte. Aparte de estos dos últimos, todos los demás han pasado definitivamente al baúl de los recuerdos. Incluso artistas que comenzaran diez y hasta veinte años después que lo hiciera el hoy panzón y dientú, quedaron arrinconados.


Tropiezos lingüísticos en prensa


Para sorpresa de la persona pública que visita el país, la mayoría de quienes hacen vida en los medios sociales no tienen por costumbre disponer de tarjetas de representación personal; es algo que hoy en día raya en el bochorno.


Dominicana Moda


Fue el título de un festival de ese campo. Se entiende que en esa humareda social existe algo así como licencia para decir las cosas como mejor se les antoje a sus productores, y que es una pérdida de tiempo juzgar su lingüística con el rigor de las normas correspondientes. Pero nadie negará que el dichoso titulito resulta una paja en un ojo. Es todo un retruécano gramatical. El gentilicio utilizado como adjetivo antepuesto al sustantivo moda, lo pudieron colocar en su orden natural y se hubiera visto bello: Moda Dominicana, o definitivamente valerse de un anglicismo excusable: Dominican fashion.


La jueza


Lingüistas como Alex Grijelmo, Ramón Constanza, Rafael González Tirado, Diógenes Céspedes y muchísimos otros, sufren cada vez que leen en la prensa esa denominación, pero su uso se ha arraigado tanto, que no queda más remedio que aceptarlo y voltear la vista para otro lado. Ellos insisten en que la correcto es: La juez, porque además de ser la regla, no decimos el juezo.


Lo mismo sucede con álgido. El diccionario dice que es cosa fría, pero periodistas y escritores les dieron con utilizarlo para significar algo muy caliente, muy difícil o enmarañado.


Igual ocurre con desapercibido. No apercibido, no advertido, no preparado para equis accion, pero irremediablemente se ha extendido con el sentido de no percibido, no reconocido.


Poder Fáctico


En un reciente editorial de un matutino provincial, se utiliza el adjetivo fáctico cuatro veces, inclusive dos veces en un mismo párrafo. Y eso, además de atragantar al lector es una demostración de pobreza lexicográfica imperdonable a ese nivel, o cuando menos de un descuido inexcusable.


Veamos: (1) “Esa dinámica política se rige por el juego de los grupos o personas con más fuerza fáctica”. (2) “Quien gana más fuerza o poder fáctico saca mayor ventaja…”. (3) “…combinado con grupos del PRSC, le dejaron caer el dictamen del poder fáctico…”, y (4) “… un juego de intereses personales y grupales de los poderes fácticos patrimonialistas…”.

miércoles, 20 de octubre de 2010

  • Compositores y arreglistas contra el merengue
  • Un mal cuasi necesario: las locas del circo
  • Deslices nuestros de cada día
  • Lo último en truco promocional


    Desde que para los 80s la bachata hiciera irrupción como una tromba en la música dominicana y a partir de entonces el merengue fuera decayendo, comunicadores y artistas vienen discutiendo acerca del fenómeno: de qué es lo que ha pasado; de si el merengue como género popular por excelencia del país se agotó; de qué hacer; de si ya murió; de si es posible revivirlo; de si la culpa es de las estaciones radiales que no lo incluyen en sus programaciones; y coloquios y entrevistas vienen y entrevistas van.

    (Recordamos que por la década del `60 Johnny Ventura y Rafael Solano sostuvieron a través de la revista ¡Ahora! una encendida polémica basada en que mientras el primero afirmaba que el merengue era música folklórica, el segundo decía que solamente era un género popular, debido a que estaban documentados sus inicios alrededor de la mitad del siglo XIX, e inclusive a su creador, Juan Bautista Alfonseca. También, y esto es sabido por todos, que el merengue comenzó tocándose con guitarra y que posteriormente ese instrumento principal fue ocupado por el acordeón, el cual según algunos historiadores fue importado desde Alemania).

    Pero además el merengue clásico no solamente ha sido marginado por la bachata, la cual se iniciara en los campos dominicanos, y no como dijera Juan Luis Guerra, que también en Puerto Rico, sino que incluso lo combate el llamado Merengue urbano o de calle, y aires foráneos como el reggaeton y un poco la salsa. Sin embargo, cuando se escuchan merengues como Un cheque al portador con Milly Quezada, o Ahora que lo he perdido todo con Heddy Herrera, es fácil percatarse que los responsables del problema son los compositores y arreglistas musicales, quienes por razones desconocidas dejaron de cultivarlo. Esas piezas mencionadas, además de sus inspiradas letras, cuentan con musicalizaciones dinámicas, contagiosas con mucho ritmo, y por tanto atrayentes para el bailador juvenil como para el adulto.

    Usualmente a los problemas sociales se les busca sus causas en raíces profundas, y sin embargo con frecuencia se encuentran las mismas a flor de tierra, al alcance de la mano. Y esto podría estar pasando con el merengue, que compositores y arreglistas por decisión propia, como en una especie de acuerdo de mesa, convinieran en que ya el merengue está para la ida, y han dejado de trabajarlo a fondo. Empero maravillosas piezas como esas de Milly y Heddy, demuestran todo lo contrario. Así que la falla estriba en la disposición de talentos con fuerzas creativas. Lógico, que en esto tienen mucho que ver las casas disqueras, las cuales siempre optan por el dinero fácil –lo cual no se les puede criticar-, pero asimismo en sus pronósticos y proyecciones tanto aciertan como yerran. Cosa ésta sabida por todo el que conoce un poco de la industria.


    Un mal cuasi necesario: Las locas del circo

    Cuando en el país se habla de mala, degradante o perversa televisión, la gente de una vez piensa en las locas del circo. Sus desaprensivos, destemplados, irreflexivos, irrespetuosos y difamantes comentarios sobre la farándulas y sus valores, llevan a esa percepción. De ahí que el público considere que es una desgracia la presencia de estos loquillos en la pantalla chica, y por ello se pida, no solamente la eliminación de su espacio, sino incluso su encarcelación seguida por su repatriación.

    Empero consideramos que aunque estos locos y locas –con la salvedad de la hermosa, sensual y talentosa Anaylis- resultan desagradables al buen gusto, juegan un papel de cierto valor en el mundo de la farándula, lo cual difícilmente algún cronista dominicano se atrevería a hacerlo debido a nuestras aldeanas relaciones sociales. En sus disparos graneados y desaprensivos aparecen de cuando en cuando verdades sobre conciertos, programas, premiaciones y sus protagonistas. Por esto y porque son una distracción ante la rutina votamos por la vigencia de ellos en la televisión. Mas lo que no permitiremos es que formen parte de Acroarte, tal como ellos desean.

    En ese sentido hay que darles mucho crédito, porque a pesar de que son mantenido marginados de las actividades artistas al no invitárseles y mucho menos aceptárseles en conferencias de prensa, lanzamientos de discos, conciertos, festivales, premiaciones, etc., han logrado mantenerse en la televisión.


    Deslices nuestros de cada día

    En un matutino, acerca de la industria azucarera. `El gobierno está involucrado en un proceso cuya meta es volver a convertir a la República Dominicana en un exportador neto de azúcar`.

    La frase es ruda por dos razones: Primero, no tiene justificación el uso del relativo cuya, pues de proceso el puente natural hubiera sido la preposición para (volver), pero si se quería hacer algo de literatura, entonces seguir con una coma el pronombre.

    Matutino de provincia. Texto es explicativo: `Representantes de la Sociedad Civil organizada participaran en el encuentro organizado por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) para analizar el Plan Estratégico de esa organización`.

    Las denominaciones comunes no van con mayúsculas, cuales son los casos de sociedad civil y plan estratégico, a menos que contaran con apellidos que las hicieran propias. Y además`, ¿qué es eso de `sociedad civil organizada? E inmediatamente está el uso repetido de ese término en la misma frase, lo que la hace más chabacana aún.


    Informe público de un concurso famoso de arte: “…luego de un exhaustivo análisis de los 131 dossiers de 136 artistas…”. El espíritu afrancesado de Bobadilla sigue gravitando en el país. El galicismo dossier tiene buenos equivalentes en español: documentación, expediente, informe.


    `Esta noche no`. Título de asunto social. Es una frase que deja todo su significado a la imaginación de la otra persona que la escucha, quien la interpreta plenamente de conformidad con la circunstancia de ese momento. El no es una especie de apelativo, de llamado, tiene la carga de la intención del hablante; por ello debe de estar separado con una coma del antecedente. Así lo indicado seria: Esta noche, no. Porque sin la coma exige una explicación completa. Ejs. Esta noche no quiero hacer el amor. Esta noche no iré a … Asimismo los nombres, títulos sociales, o académicos, en un dialogo escrito o cuando nos dirigimos por esa vía a alguien (carta, Internet), deben de ir acomillados, tanto por norma como porque en la realidad así procedemos en el habla: María, ¿cuando irás a Europa? Juan, ¿a quê hora comienzas a trabajar? Señor, entonces… Doctor, cuando… Sí, iré para allá enseguida. No, me quedaré en la casa.

    “Incendio centro Salcedo destruye centros comerciales”. Hubiera sido fácil eludir la cacofonía, cambiando `centro Salcedo` por `comercio Salcedo`, `ciudad Salcedo`; o cambiando `destruye centros comerciales`, `destruye varios comercios`.


    Abono Vs. bono. Éste último propiamente dicho, es el derecho registrado en una tarjeta o certificado para hacer uso o beneficiarse de algo. Por lo tanto una empresa lo que puede vender es bonos, no abonos. En ese sentido es incorrecto la oferta: “Compre un abono”, sino “compre un bono”. En otro concepto abono puede ser equis sustancia, natural o química para el cultivo de productos vegetales, etc.

    -Chilote, las Águilas venden bonos. No abonos. ¡Arriba las cuyayas!


    Promoción. “El cantante Yanni viene con una orquesta integrada por los mejores músicos de su clase en todo el mundo”. Las exageraciones constituyen disparates, por lo que no son creíbles.

    Tonto esnobismo. “La presentadora Colombia Alcántara lanzó su nuevo programa televisivo `Al tanto`, magazine informativo que comenzará…”. Galicismo innecesario ya que contamos para su equivalente con revista, programa, espacio, etc.
Lo último en truco promocional

Lo último que tenemos en truco promocional en el comercio son las rifas de vehículos en los centros y cadenas comerciales de diferentes índoles en el país, para cuya participación se requiere que el interesado compre mercancías en dichos lugares para obtener los boletos correspondientes. Empero aparte de Vimenca, no se recuerda la entrega de una de las máquinas exhibidas a algún supuesto ganador.


En los Estados Unidos el mismo truco se hace un poco variado. Las agencias o dealers mandan folletos (brochures) a la gente por correo, con tres círculos recubiertos para que los raspen en busca del premio de una suma millonaria, una casa o un vehículo, e invariablemente en uno de los puntos aparece ¡la gran suerte! Mas cuando el agraciado acude al negocio en busca de su valor, se encuentra con que lo que se ha ganado es la venta de un ¡flamante carro! No se fijó en las clásicas letras chiquitas. Se sabe de personas que han viajado a mucha distancia, de un condado o ciudad a otra, en procura de la obtenida fortuna para encontrarse con el ardid.

lunes, 27 de septiembre de 2010

  • Mamotretos a dos bandas
    · Ancianidad irrespetada
    · Fallosa redacción
    · Bendita, la farándula


    ¡Agáchensen, qué los tomos vuelan por doquier y les pueden romper el crisma a cualquiera!

    Es que en el país están imprimiendo mamotretos a dos bandas: esperpentos de novelas, poesías y ensayos escritos por personas sin la capacidad para producir obras literarias de auténtico valor; algunos, porque carecen del bagaje cultural para ello, y otros, porque aun con alforjas cargadas de lecturas poco asimiladas, carecen del olfato, del sentido común y del talento para adentrarse en un mundo vedado para los adocenados, para quienes solamente están armados con sagacidad y atrevimiento.

    Esa es una banda. La de personas particulares. La otra es del mismo perfil de persona, pero que ocupan altos cargos gubernamentales, y que prevaleciéndose de sus posiciones abusan del presupuesto nacional, publicando todo tipo de devaneo. Y así vemos a funcionarios editando en encuadernaciones lujosas articulejos de opinión que publicaran veinte y diez años atrás, además de otras fantasías.

    Esta banda incurre todavía en una desfachatez mayor por tres razones: la primera, el uso indebido de los fondos públicos, como dijéramos; la segunda es que hacen que el presidente de la Republica vaya a los actos de la puesta en circulación de sus adefesios, con lo cual logran que los medios de prensa se hagan eco de sus efluvios, y la tercera, la de mayor trascendencia, la falta de tacto para reconocer que solamente criterios del pasado de figuras históricas tienen interés para la posteridad.

    Recientemente vimos en la prensa a un joven de unos 35 años de edad poniendo en circulación ¡dos obras sobre economía! Esa es otra tendencia en este mundo. Debe ser ello porque se ha extendido al campo la estrategia mercadológica de ¡compre uno, y llévese el otro gratis!

    Pero si estas barbaridades ocurren aquí con la venia de viejas y viejos amables, que como les queda poco tiempo para la ida, siempre tienen palabras amables para alabar cosas para las que ya no tienen un mayor juicio, lo que sucede en los Estados Unidos es mucho más espantoso: Gente prevalida solamente con entusiasmo por la literatura, dándose el bombo de publicar libros en base a que con la alta tecnología de allí, consiguen la impresión de cien obras por menos de US$1000.00. ¡Y lo verdaderamente descorazonador es ver a centros educativos de aquélla nación invitándolos a ofrecer charlas sobre sus sapiencias, y ofreciendolos como signos emblemáticos!

    Fuimos testigo en Nueva York de un joven que en la década del `70 publicó una supuesta novela y de inmediato fue paseado por un buen número de instituciones académicas para hablar en torno al género en el mundo hispano. Al cabo de un tiempo el nóvel escritor desapareció de la vida pública y jamás se ha sabido que haya publicado alguna cosa más, lo que indica que desde ese entonces se ha mantenido oculto en penitencia por su atrevimiento literario.

    Ancianidad irrespetada

    Fefita La Grande, vende dos cosas: Su talento con el acordeón y su actitud de hazmerreír con las extravagancias con que se regodea en su etapa de ancianidad.

    Lo último con que ha salido es que le gustaría aparecer desnuda en la revista Playboy. Alguien debería de advertirle que los pliegues no están de moda. Que siguen siendo de respeto cuando las personas que son cubiertas por los mismos, mantienen una actitud social de eso, de respeto.

    La vigencia de esta anciana charlatana estriba en que como a los pueblos siempre les sobran motivos para llorar, cuando encuentran a alguien que los hace reír, aunque sea con ridiculeces, lo aplauden en su perentoriedad de desahogo.

    Fallosa redacción

    En un análisis de la precampaña del Partido de la Liberación Dominicana publicada en un matutino, un veterano periodista escribió:

    “Los grupos de apoyo externo de los aspirantes a la nominación presidencial del PLD están tomando el patrocinio de las respectivas campañas de los dirigentes políticos de ese partido, en tanto que los propios interesados están recorriendo haciendo sus ofertas y promesas de que harían un gobierno mejor que el actual”.

    Observamos: Si los grupos de apoyos están tomando algo, no están asumiendo, haciéndose cargo, responsabilizándose, como evidentemente fue lo que quiso decir el colega. En el mismo párrafo dice que “los propios interesados están recorriendo haciendo sus ofertas…”. Y surge la pregunta: ¿recorriendo qué?: ¿Calles, barrios, pueblos, países? El asunto es muy vago para justificarse como elidir.

    Mas adelante en el extenso artículo que ocupara tres cuartas partes de una página del órgano, leemos: “El mensaje del grupo de apoyo externo de Domínguez Brito se publica en una página completa…”. La oración en pasivo es fallida. Un mensaje es un objeto, no toma acción. Lo propio sería `fue publicado`, `salió publicado`.

    Bendita, la farándula

    He venido diciendo que es un verdadero privilegio ser un cantante de farándula, casi por encima de vocalistas operáticos, pintores, escultores, etc.

    Ello, porque un cantante popular con una sola pieza puede hacerse rico y famoso, mientras que los demás necesitan una larga trayectoria para lograr las metas mencionadas. No hay que argumentar mucho al respecto. Los ejemplos sobran. Cantantes de baladas, salsa, merengue, quebradita, de cumbia, pegan una canción y de inmediato les sobran contratos para presentaciones en vivo y en televisión.

    Sergio Vargas, “La quiero a morir”; Vicente Fernández, “Volver volver”; Carlos Vives, “La gota fría”; Ricky Martin, “María”; Danny Rivera, “Amada amante”; Yolandita Monge, “Cierra los ojos y juntos recordemos”; Olga Tañón, “Mujer de fuego” etc., etc.

    Pero además los talentos de ese mundo cuentan con el colofón en la etapa moribunda de sus carreras, que cuando ya no concitan entusiasmo en sus mercados naturales, a veces les quedan otros para seguir comiendo con grasa.

    Recientemente se presentaron en el país en conciertos profusamente promocionados y en suntuosas salas, Sophie, Braulio y Yolandita Monje. ¡Válgame, Dios! ¡Actualmente ninguno de los tres podría pagar la renta de su casa con actuaciones en sus respectivos países! En éstos lo más que logran es presentaciones en cafetuchos de 50 o 70 parroquianos!

    En ese mismo tenor vimos recientemente que Kinito Méndez y Wilfrido Vargas estuvieron de giras por Colombia y Centro América, mientras que en Dominicana uno trabaja solamente como relleno y el otro vive de sus ahorros. Así que ¡viva la farándula!

lunes, 6 de septiembre de 2010

Excesos y contradicciones

Escritura ambivalente

En una reseña aparecida en un vespertino sobre unas declaraciones ofrecidas por el presidente de la Alianza Dominicana Contra la Corrupción (Adocco) , Julio de la Rosa Tiburcio, en torno al intento de los senadores de autoamentarse el sueldo, aparecen estas repetidas ambivalencias en el tratamiento de sustantivos comunes:

“Advertimos a los Senadores que…”. “La advertencia … extendida también a los diputados y síndicos…”. Adocco también estará vigilante “para salir al frente ante cualquier intento de aumento de salarios por parte de Senadores, Diputados, Síndicos y Regidores”. “La excusa de los Senadores es la de igualar los sueldos…”. Consideró que “es la oportunidad de que los Senadores…”. También critica la entidad el fondo social que asignados a los congresistas “que el pueblo bautizó genialmente como Barrillito…, mediante el cual el Senador recibe…”.

Huelga aclarar que para los sustantivos comunes no se deben escriben sus iniciales con mayúsculas. Pero en este caso el periodista procedió tanto con un estilo como con el otro. Todo un sancocho lingüístico. Lo increíble es que se trata de un reconocido periodista.

Significación en el tintero

En otra reseña sobre la construcción de un parque industrial en la ciudad de Santiago, leemos:

“El profesor José Augusto Izquierdo, director de Proindustria, dijo que la 2 edificación esta ubica en la carretera La Canela, sector El flumen, en un áreas de 24 mil 27 metros cuadrados…”.

Si este otro reportero de Santiago del vespertino quiso significar que la `segunda`edificación está ubicada en equis lugar, no podía valerse de una cifra como lo hizo (en suposición), sino especificando como lo estamos describiendo. Si por el contrario quiso decir que serían dos las edificaciones, tenía cuando menos que pluralizar el artículo antes del número, pero además, concordar con “edificaciones están ubicadas en…”.

Cuando se refiere al terreno donde se levantarían las construcciones dice “…en un áreas de…”. Lo correcta es “en una área de..”. Porque singulariza el adjetivo cardinal `un`,
masculino, y entonces pluraliza el sustantivo femenino`área`.

No estaban todos los que son


La gente de la cerveza Presidente merece felicitaciones por haber reanudado su ya acreditado festival internacional de la farándula, el cual llevaba varios años apagado como una especie de protesta por los impuestos que el Gobierno Dominicano decretara sobre las bebidas alcohólicas.

Una vez mas el espectáculo de tres noches puso a brillar a la República Dominicana en el firmamento de América Latina, como país de punta en lo concerniente a la música popular; cosa que estimula el turismo y la inversión foránea.

Pero no podemos dejar de ver que esta vez la Presidente no presentó a las grandes luminarias de la farándula internacional como en otras ocasiones, salvo unos cuantos, entre los que se podían contar a Juanes, Gilberto Santa Rosa y Juan Luís Guerra. Incluso de entre los 18 artistas que participaron durante esos tres días de agosto, solamente hubo una sola mujer, que fue Millie Quezada. Y con excepción de Juanes y Luís Enriquez, las demás figuras eran del patio y del traspatio: Dominicana y Puerto Rico. Con todo, nuestras sinceras felicitaciones a Rafael Minicucci, presidente de la Presidente, y a los otros ejecutivos de la empresa.

Motes que matan

Los artistas proyectan sus nombres con motes para resaltar una cualidad particular, un estilo, una condición, etc. A veces son ellos mismos y sus entornos inmediatos que promocionan sus figuras con sobrenombres para destacarse en el público; otras veces es éste último que los bautiza con un apodo ante la impresión que le produce su perfil.

Empero una cosa aparentemente trivial juega un papel importante en la imagen del artista. Por ej., Frank Sinatra era conocido como “La Voz”, por la excepcional belleza del timbre de la misma. Luís Miguel es llamado “El sol de México”, por la representación que ocupa para el país azteca. Marcos Antonio Muñíz es nombrado “El lujo de México”, por su vasta popularidad internacional.

En la R.D. sigue influyendo en la cultura el poder social que ejerciera la dictadura trujillista. Entre otros Omega se hace llamar “El fuerte”, y Elvis Martínez, de estatura bajita, se autitula “El Jefe”.

Pero antes Elvis se agentaba con el eslogan de “El rey de las mujeres”, jactancia que tenía que resultar odiosa tanto para las féminas como especialmente para los hombres. Y todavía antes de ese mote, se había bautizado como “El camarón”, con todo lo cual indica que ni él ni quienes lo manejan saben lo que están haciendo.

Otros artistas tienen apodos con los que buscan ganarse la simpatía del público, pero además dejar asentada su impronta. Lope Balaguer, “El cantantazo”; la ícono, Casandra Damirón, “La soberana”; Frank Reyes, “El príncipe”; Fernandino Villalona y Anthony Santos, tienen el mismo sobrenombre de “El mayimbe”, en sus respectivos géneros como merenguero y bachatero, respectivamente; Millie Quezada, “La reina del merengue”, y Johnny Ventura, “El caballo mayor”.

A varios cantantes los han denominados como `rey del merengue`, entre ellos Wilfrido Vargas y a Johnny Ventura, pero a través del tiempo artistas y cronistas han reservado el título para el legendario Joseíto Mateo

Una vez en una discoteca de Brooklyn, Nueva York, me encontré con un joven merenguero que se autotilaba “El nazi”; al explicarle que con ello estaba exaltando a un genocida, y que en ese sentido si los judíos se enteraban –que por cierto en ese condado la comunidad hebrea es bastante considerable- le mandarían a mochar la cabeza, le pidió al maestra de ceremonias que cuando lo presentara lo llamara “El nacho”.

Posiblemente el muchacho se había dejado llevar por el apodo de Fausto Rey, “El niche”, que es como se llaman los afroamericanos en plan de gracejo.

¡Ay, las comas!

Posiblemente es la partícula gramatical –con cara de yo no fui- que más problemas da, tanto a avezados periodistas como a escritores de fuste. Y es que mientras por una parte puede dejar caer de bruces a un escrito, por otra desvía su significado si no es colocada adecuadamente.

Reporte en un periódico de provincia:

“La familia Camacho recordó el primer aniversario de la muerte trágica de Judas Camacho con una cabalgata de caballos que partió desde el parque público del Distrito”.

Al reportero no colocar una coma después de Judas Camacho, la impresión que da es que el pobre hombre fue atropellado por una cabalgata de caballos.

Publicidad: error garrafal.

Es una falla grande el que se coloque en una radioemisora el texto exacto de un spot comercial de televisión, pues mientras en éste medio el público está complementando en su mente el mensaje con las imágenes que apoyan al mismo, no ocurre lo mismo si solamente se está oyendo la voz de un locutor por un aparato radial.

Si el radioyente escucha que “En Sencosa usted encuentra los equipos de más alta tecnología; en Sencosa le damos servicio tanto personal como corporativo; sencosa es garantía de calidad, etc.”, no sabe a que tipo de tecnología y servicio se están refiriendo: si se trata de automóviles, estufas, neveras, tractores, computadoras, etc.

El texto radial debe seguir el hilo del televisivo para mantener en el carril apropiado la campaña promocional, pero tiene que ser descriptivo para que la idea llegue con exactitud al público. Cuando se trata de vender hay que ser claro. Olvídese de lo subliminal o de estrategia de difícil comprobación.

domingo, 15 de agosto de 2010

Excesos y contradicciones


Excesos y contradicciones

Prestigio vs. popularidad

De un cantante de merengues y bachatas, alguien acaba de publicar que es muy popular, además de prestigioso. Creemos que a este cronista se le fue con largueza la lengua con el adjetivo prestigioso. La generalidad de los artistas que llegan a alcanzar el fervor del público, su acogida entusiasta, son populares, pero no prestigiosos. Este calificativo siempre se ha reservado para valorar a alguien, de cualquier campo del quehacer humano, que goza de un alto reconocimiento del publico en general, o de un segmento de la población, por una labor acendrada y trascendental que haya realizado, no a figuras que por el tipo de trabajo que ejecutan desaparecen de la atención pública en equis tiempo sin dejar huellas perdurables.

Ricardo Arjona, Alejandro Sanz, Héctor Acosta, Toño Rosario, Luis Fonsi, Cristian Castro, Anthony Santos, Alejandro Fernández y otros tantos, son personajes que gozan de mucha popularidad actualmente, pero carecen de un historial trascendente como para ser calificados de prestigiosos. Sino véase el lugar que al presente ocupan en la mente de nuestra región Marcos Antonio Muñiz, Lucho Gatica, José-José, Olga Lara, Vickiana, Wilfrido Vargas, Lucecita Benítez, Verónica Castro, Felipe Pirela y otras tantas figuras más de su nivel: recuerdos gratos.. y van en coche.

Un artista del canto y de la música popular que logra mantenerse por un dilatado tiempo en el gusto efervescente del público, puede ganase el título de famoso(a), pero jamás de prestigioso(a). Incluso cabe la pregunta: ¿Puede una figura de la farándula aspirar a un pedestal más elevado que el de la fama? No lo creemos, a menos que sea un megalómano(a) incurable. Otra valoración con la que puede soñar una persona del género es que la califiquen de diva, divo, que ya es bastante. El reto es para los cronistas distinguir a quienes valorar de popular, de famosos(a) o de divos(a).



En un vistazo rápido podrían colocarse en la cumbre de la fama a los siguientes talentos vigentes: Luís Miguel, Juan Gabriel, Gloria Estéfan, Marcos Anthony Solís, Shakira, Juan Luís Guerra, Julio Iglesias, Raphael, Vicente y Alejandro Fernández, Cristian Castro, el grupo Aventura, y en particular su líder Anthony Santos; Chayanne, Marc Anthony, Gilberto Santa Rosa, Juanes, Diego el Cigala, José Bosé y un par más. (Por cierto, que de éste último se espera en cualquier momento una explosiva declaración). Hay otras figuras que alcanzan el grado de fama, pero en demografías limitadas, cuales son Millie Quezada, Anthony Santos (dominican full); Fernandino Villalona, Johnny Ventura, Jerry Rivera, Héctor Acosta, Víctor Manuelle, Sergio Vargas y un par más.



De ahí pa`bajo, todos los demás pertenecen al ámbito de la popularidad, algunos con mayor y otros con menor intensidad: Paulina Rubio, David Bisbal, Frank Reyes, Elvis Martínez, Olga Tañon, Carlos Vives, Alejandra Guzmán, Luís Fonsi, Don Omar, Tito el bambino, Braulio, Pablo Montero, El Jefrey, Ana Bárbara, Ana Gabriel, Thalía, Alejandra Guzmán, Gloria Trevi, Eddy Herrera, Daddy Yankee, Peña Suazo (La Banda Gorda), Enrique Iglesias y esta vez, ¡muchos más!

Evangélico y protestante

El congreso para los comunicadores cristianos “… está dirigido básicamente a las iglesias evangélicas y protestantes en la República Dominicana”. Tal escribió la reportera. La colega pasa por alto que evangélico y protestante es lo mismo, y por lo tanto cayó en pleonasmo. Un término no le agrega o robustece en nada al otro. Evangélicas son las iglesias que se rigen estrictamente por los dictados bíblicos, contra creencias basadas en criterios y libros marginales, y particularmente en tradiciones. Así que cuando Lutero esgrime esa posición durante aquellos tiempos en que los colonizadores depravaban estas tierras, implicó una protesta contra orientaciones de la Iglesia Católica y la autoridad papal. ¿Capire?

Anoten tres

Emprendurismo es hoy en día un sustantivo muy en boga en el academicismo económico y empresarial de la Republica Dominicana. Indexación es otro que está muy caliente, y que como tal nos lanzó precipitadamente al diccionario. Y un nombre que ha comenzado a bajar con mucha fuerza y que por no estar en diccionario alguno nos ha llevado a leer mucho sobre la materia para entenderlo, es el de turismo sostenible. Para comprender de qué se trataba tuvimos que tragarnos un artículo completo del admirable periodista y escritor José Rafael Sosa, en El Nacional del 6 de los corrientes. De entre sus once párrafos hay uno que reza: “En orden de importancia, hoy día el turismo más incidente en el mundo, explican esos documentos, están el turismo sostenido, el turismo general y muy a la cola, el de sol y playa”.

Y como en dos glosas más se menciona el medio ambiente, concluimos que se trata del que hasta hace poco se le llamaba turismo ecológico o turismo de montaña. Así que cuando vea la designación turismo sostenible, no se trata de las áreas vacacionales que han permanecido por más de un siglo siendo fuentes de empleo y desarrollo de muchas naciones del mundo, sino de otras, como las montanas de esquiar de Vail, en Colorado, la vista de los glaciares en la Argentina, o de la confluencia de los ríos Jimenoa y Yaque en Jarabacoa. (Orgullo nuestro, a pesar de la sucieza y el desórden que imperan allí). (Ah, el término sucieza es un aporte dominicanista a la lengua materna, ya que lo correcto en ésta es suciedad. (Apúntamelo, Ramón Constanza).

Fríos diferentes

Con la rapidez del periodismo cualquiera puede confundirse con los términos glacial y glaciar. El primero se refiere a la sensación de frío, agua, viento, ambiente, etc. El segundo infiere una masa de hielo específicamente.


¡De qué los hay, los hay!

Una reseña que encontráramos en la edición del 27 de abril de este año en El Nacional, merece reproducirse para recordarles a quienes se merecen los señalamientos que aparecen en la misma, que aunque se paseen muy orondos con trajes y corbatas caros, con poses de vacas sagradas, no confunden a nadie. Todos sabemos a quien sirve cada quien.

“El director del periódico español Cambio 16, doctor Manuel Domínguez Moreno, consideró que la corrupción en los medios de comunicación es tan perversa o más grave para la sociedad que la de políticos y gobernantes”.

“Afirmo que en los medios existen y proliferan comunicadores, periodistas, editores y hasta directores, que actúan bajo el manto de la corrupción”.

Entre preposiciones te veréis

Tuve que engullirme la reseña completa de un acto social para enterarme de qué se trataba, debido a una preposición empleada por la colega de un vespertino.

Resulta que la señora Sonia Villanueva de Brower ofreció una esplendida recepción en su mansión de Santo Domingo para celebrar que fuera designada cónsul honoraria en relación con el Principado de Mónaco. Pues bien, en la entrada de la nota la reportera comienza floreando a las personalidades invitadas para la ocasión “… con la finalidad de celebrar junto a ellos su designación como Cónsul Honorario en el Principado de Mónaco”.

Cuando leo “en…” me picó la curiosidad por el hecho singular que el país contara con una representación de ese nivel (véase que no dije diplomática, porque a un cónsul no le corresponde el título) en ese Estado europeo, que a pesar de su glamur, carece de significación política y económica. Pero al seguir desglosando el trabajo me encontré con el discursillo de la señora Villanueva: “… mi nombramiento como cónsul honoraria del Principado de Mónaco en la República Dominicana…”, pude entonces percatarme de la real situación. La periodista, además de confundir las preposiciones en y de –la primera implica situación y lugar, mientras la segunda se refiere a posición y correspondencia, dio un giro equivocado al motivo del evento.

Nótese también que mientras la anfitriona del acto habla de cónsul honoraria, como corresponde, la escribiente dice cónsul honorario.

Buscan pelotero para agredirlo

En la sección deportiva de un diario leímos que el equipo Gigantes de San Francisco “le está dando seguimiento agresivo a José Guillen para una posible contratación”. Antes de terminar la frase yo pensé que se trataba de un acto de violencia, pero no era así. Es toda una licencia que se da el reportero al emplear un vocablo que nada tiene que ver con observación de cerca, un vivo interés, estudio o examen de sus destrezas, etc.

A veces hay que estirar el significado de las palabras para producir impacto y singularidad. Pero se debe reflexionar previamente para qué tipo de circunstancia se pueden medio violar los usos correctos de los valores lingüísticos. En ese sentido consideramos aceptable que se hable de publicidad agresiva cuando un comerciante menciona peyorativamente la marca de su competencia en sus anuncios. Es una táctica arriesgada porque podría convertirse en un bumerang; pero en fin, en el mundo se ha avanzado compitiendo.

Cuando saltan el marketing

Con no poca frecuencia es desdeñada con éxito la filosofía del marketing, tanto en el campo comercial como en otros. Tal cosa ocurre con la famosa marca del vino Casillero del diablo, pues este nombre impacta porque espantan las sugerencias que provoca: Infierno, candela, pecado, castigo celestial y un cúmulo más de desgracias. Imágenes pavorosas que jamás debe evocar la etiqueta de un producto digerible, a menos que sea veneno para ratas. Mas he aquí que el vino Casillero del diablo gusta mucho y como tal goza de bastante demanda. ¿Infalible? Ya véis, solamente Dios.