lunes, 27 de septiembre de 2010

  • Mamotretos a dos bandas
    · Ancianidad irrespetada
    · Fallosa redacción
    · Bendita, la farándula


    ¡Agáchensen, qué los tomos vuelan por doquier y les pueden romper el crisma a cualquiera!

    Es que en el país están imprimiendo mamotretos a dos bandas: esperpentos de novelas, poesías y ensayos escritos por personas sin la capacidad para producir obras literarias de auténtico valor; algunos, porque carecen del bagaje cultural para ello, y otros, porque aun con alforjas cargadas de lecturas poco asimiladas, carecen del olfato, del sentido común y del talento para adentrarse en un mundo vedado para los adocenados, para quienes solamente están armados con sagacidad y atrevimiento.

    Esa es una banda. La de personas particulares. La otra es del mismo perfil de persona, pero que ocupan altos cargos gubernamentales, y que prevaleciéndose de sus posiciones abusan del presupuesto nacional, publicando todo tipo de devaneo. Y así vemos a funcionarios editando en encuadernaciones lujosas articulejos de opinión que publicaran veinte y diez años atrás, además de otras fantasías.

    Esta banda incurre todavía en una desfachatez mayor por tres razones: la primera, el uso indebido de los fondos públicos, como dijéramos; la segunda es que hacen que el presidente de la Republica vaya a los actos de la puesta en circulación de sus adefesios, con lo cual logran que los medios de prensa se hagan eco de sus efluvios, y la tercera, la de mayor trascendencia, la falta de tacto para reconocer que solamente criterios del pasado de figuras históricas tienen interés para la posteridad.

    Recientemente vimos en la prensa a un joven de unos 35 años de edad poniendo en circulación ¡dos obras sobre economía! Esa es otra tendencia en este mundo. Debe ser ello porque se ha extendido al campo la estrategia mercadológica de ¡compre uno, y llévese el otro gratis!

    Pero si estas barbaridades ocurren aquí con la venia de viejas y viejos amables, que como les queda poco tiempo para la ida, siempre tienen palabras amables para alabar cosas para las que ya no tienen un mayor juicio, lo que sucede en los Estados Unidos es mucho más espantoso: Gente prevalida solamente con entusiasmo por la literatura, dándose el bombo de publicar libros en base a que con la alta tecnología de allí, consiguen la impresión de cien obras por menos de US$1000.00. ¡Y lo verdaderamente descorazonador es ver a centros educativos de aquélla nación invitándolos a ofrecer charlas sobre sus sapiencias, y ofreciendolos como signos emblemáticos!

    Fuimos testigo en Nueva York de un joven que en la década del `70 publicó una supuesta novela y de inmediato fue paseado por un buen número de instituciones académicas para hablar en torno al género en el mundo hispano. Al cabo de un tiempo el nóvel escritor desapareció de la vida pública y jamás se ha sabido que haya publicado alguna cosa más, lo que indica que desde ese entonces se ha mantenido oculto en penitencia por su atrevimiento literario.

    Ancianidad irrespetada

    Fefita La Grande, vende dos cosas: Su talento con el acordeón y su actitud de hazmerreír con las extravagancias con que se regodea en su etapa de ancianidad.

    Lo último con que ha salido es que le gustaría aparecer desnuda en la revista Playboy. Alguien debería de advertirle que los pliegues no están de moda. Que siguen siendo de respeto cuando las personas que son cubiertas por los mismos, mantienen una actitud social de eso, de respeto.

    La vigencia de esta anciana charlatana estriba en que como a los pueblos siempre les sobran motivos para llorar, cuando encuentran a alguien que los hace reír, aunque sea con ridiculeces, lo aplauden en su perentoriedad de desahogo.

    Fallosa redacción

    En un análisis de la precampaña del Partido de la Liberación Dominicana publicada en un matutino, un veterano periodista escribió:

    “Los grupos de apoyo externo de los aspirantes a la nominación presidencial del PLD están tomando el patrocinio de las respectivas campañas de los dirigentes políticos de ese partido, en tanto que los propios interesados están recorriendo haciendo sus ofertas y promesas de que harían un gobierno mejor que el actual”.

    Observamos: Si los grupos de apoyos están tomando algo, no están asumiendo, haciéndose cargo, responsabilizándose, como evidentemente fue lo que quiso decir el colega. En el mismo párrafo dice que “los propios interesados están recorriendo haciendo sus ofertas…”. Y surge la pregunta: ¿recorriendo qué?: ¿Calles, barrios, pueblos, países? El asunto es muy vago para justificarse como elidir.

    Mas adelante en el extenso artículo que ocupara tres cuartas partes de una página del órgano, leemos: “El mensaje del grupo de apoyo externo de Domínguez Brito se publica en una página completa…”. La oración en pasivo es fallida. Un mensaje es un objeto, no toma acción. Lo propio sería `fue publicado`, `salió publicado`.

    Bendita, la farándula

    He venido diciendo que es un verdadero privilegio ser un cantante de farándula, casi por encima de vocalistas operáticos, pintores, escultores, etc.

    Ello, porque un cantante popular con una sola pieza puede hacerse rico y famoso, mientras que los demás necesitan una larga trayectoria para lograr las metas mencionadas. No hay que argumentar mucho al respecto. Los ejemplos sobran. Cantantes de baladas, salsa, merengue, quebradita, de cumbia, pegan una canción y de inmediato les sobran contratos para presentaciones en vivo y en televisión.

    Sergio Vargas, “La quiero a morir”; Vicente Fernández, “Volver volver”; Carlos Vives, “La gota fría”; Ricky Martin, “María”; Danny Rivera, “Amada amante”; Yolandita Monge, “Cierra los ojos y juntos recordemos”; Olga Tañón, “Mujer de fuego” etc., etc.

    Pero además los talentos de ese mundo cuentan con el colofón en la etapa moribunda de sus carreras, que cuando ya no concitan entusiasmo en sus mercados naturales, a veces les quedan otros para seguir comiendo con grasa.

    Recientemente se presentaron en el país en conciertos profusamente promocionados y en suntuosas salas, Sophie, Braulio y Yolandita Monje. ¡Válgame, Dios! ¡Actualmente ninguno de los tres podría pagar la renta de su casa con actuaciones en sus respectivos países! En éstos lo más que logran es presentaciones en cafetuchos de 50 o 70 parroquianos!

    En ese mismo tenor vimos recientemente que Kinito Méndez y Wilfrido Vargas estuvieron de giras por Colombia y Centro América, mientras que en Dominicana uno trabaja solamente como relleno y el otro vive de sus ahorros. Así que ¡viva la farándula!

1 comentario:

  1. alabo su verticalidad a la hora de pantear sus opiniones...eso vale mucho..reciba un saludo desde Jarabacoa

    ResponderEliminar