martes, 6 de marzo de 2012



  • RD: mercado de artistas en su pres-mortem
  • ´El desnudo de Carlos Alfredo´, espectacular
  • Una publicidad trunca

La República Dominicana se ha convertido en un mercado para los artistas en su descanso pres-mortem, o sea en el estado que antecede a la muerte.
Artistas que fueron muy buenos en sus momentos, pero que el tiempo los desgastó, además de que quedaron arrumbados con el advenimiento de nuevos figuras en sus géneros, e inclusive con el surgimiento de otras modalidades en el mundo del arte popular.

Algunos de esos cantantes a los que nos referimos siguen presentándose de cuando en cuando en sus países en cafetuchos y en los programas de televisión llamados del ´recuerdo´. Sin embargo los productores de aquí lo contratan y les arman promociones de prima donna, con grandes despliegues en la prensa escrita, televisiva y radial, y además con impresionantes vallas.

 La verdad de lo que en parte decimos en ese párrafo se puede sacar a colación reflexionando sobre el lugar donde se encuentran los artistas nuestros que brillaron en las décadas del 70 y del 80: la mayoría evocando su gloria en sus hogares, algunos actuando ocasionalmente y unos pocos, poquísimos, manteniendo cierto nivel de vigencia.
La promoción con que se envuelve aquí a los extranjeros sirve para desempolvar sus imágenes de las hojarascas añejas que las cubre, para abrillantarles e insuflarles ánimo y energía.

Ahora cabe la pregunta: ¿La acción de los productores locales es mala? ¿Es negativa? No necesariamente, porque además de de la especulación comercial que hay en la misma, constituye un reconocimiento a figuras que en el pasado jugaron un papel estelar. Empero lo que sí hay que echar de ver, es que esos despliegues publicitarios con que son presentados esos valores de épocas idas, así como los lugares de máximas categorías escogidos para sus despliegues, producen el mal sabor de que la RD sigue siendo un mercado de aldea, de gustos atrasados y de poca evolución.
A nivel de ejemplo veamos que a los empresarios artísticos de Nueva York y de Miami, en más de diez años no se les ha ocurrido presentar a una Sophy, Yolandita Monge, Braulio, Lolita Flores, Ednita Nazario, Miriam Hernández, Danny Daniel, así como otras cosas que se traen aquí con bombos y platillos.

Y precisamente esa es la cuestión, porque está muy bien que recreemos a esos personajes en los escenarios del país; fueron buenos, les dieron emoción a épocas pasadas nuestras, y definitivamente son grandes símbolos del arte, pero de ahí a ´venderlos´cuales estrellas en todo su esplendor, tiene mucho de falta de respeto a la inteligencia del público dominicano.
¿O es qué a siete años de la muerte de Teófilo Barreiro todavía sigue válida su anatema de qué las relaciones sociales en las ciudades del país son propias de aldea?

 El desnudo de Carlos Alfredo, un show espectacular

El espectáculo presentado por Carlos Alfredo Fatule en el Gran Teatro del Cibao, el sábado 3 de este marzo, bajo el título de “Carlos Alfredo al desnudo”, sencillamente fue algo emocionante, maravilloso; a tal nivel, que durante buena parte del tiempo el público que abarrotó el local en sus dos niveles y balcones, aplaudía alborotadamente instante tras instante con las vivencias y anécdotas de la vida personal y artísticas desplegadas por este personaje.
Las capacidades vocales que sigue poseyendo Carlos Alfredo, su inmenso talento humorístico, su histrionismo y su talento para la imitación, fueron recursos que le permitieron impactar en el auditorio de manera singular e inolvidable.
A todo eso se agrega una coordinación y una producción que rayó en la perfección en cuando al desarrollo de un monólogo de hora y media. Fue un apreciable show de talento, arte y tecnología.
Con todo Carlos Alfredo y Enrique Chao, este último productor del espectáculo, deben de considerar modificar un poco el final del mismo, de manera tal que no termine con la nota baja de una figura que pasa por un drama sobrecogedor debido a su mengua artística y fallas en su vida personal, y que se levanta gracias a que acoge con devoción la fe cristiana.

La lección implícita es muy buena, estimulante, ejemplarizadora, pero a la vez el tránsito resulta algo estresante para el público.
Después de ese pasaje, Carlos Alfredo debe de rematar proclamando que de nuevo está revitalizado, no solo para la vida personal, sino también para el ´showbusiness´, bufando como un toro de lidia, gruñendo como un león, y cantando su otrora gran éxito merengue-operático. O sea, terminar con un clarinazo y ganándose la ovación de pie del auditorio.

 Una publicidad trunca
Por algo vienen diciendo los expertos mercadólogos que la publicidad cuando no es algo nula, vende muy poco.
Una vez más los llamados creativos de la publicitaria que desarrollaron el presente anuncio, incurrieron en lo que frecuente incurren los publicitas: en darles mucho más importancia al arte que al mensaje, o sea en no darle mucha mas argumentación de venta, de atención y de convencimiento al contenido.

No hay que ser vidente, advino, genio, para quien tenga un poco de sentido común pronosticar que cuando a una persona en este país se le pregunta por su percepción de lo que es una ferretería, va a responder que un comercio donde se venden clavos, martillos, serruchos, madera y equipos de construcción. Esa es la cultura enraizada por siglos en la mente de la gente.
Ahora, el que en un tal establecimiento ofrezca muebles, electrodomésticos y muchos otros utensilios para el hogar es una innovación de las últimas dos o tres décadas. Por ejemplo, ya para el 80 tanto la Ferretería Americana y la Ferretería Haché, en Santo Domingo, contaban con tales modalidades. De ahí que se da la curiosidad que tradicionalmente ferretería es signo de clavos, martillos, serruchos y otros cosas por esa línea, pero a la vez el concepto comercial ha venido ampliándose con grandes diversificaciones.

 Así que eso de que “el nuevo concepto de ferretería que esperaba ya abrió sus puertas”, no tiene nada de nuevo y mucho menos de expectativa.
Lo elemental debió de haber sido, en ese derroche de dinero empleado para una campaña con un anuncio de casi tres cuartas partes de una página de periódico estándar, ofrecer ilustraciones de los artículos que ahora ha incorporado a su establecimiento la Ferretería Bellón. O sea, mostrar lo que se tiene y desprenderse de la ínfula apelativa a una supuesta añoranza del público.

Aclaración: Después de ese amplio y vago espacio que remata en un dibujo indescifrable, pero que por lo visto pretende ser la arquitectura frontal del edificio que aloja a la ferretería, entonces aparace un párrafo detallando las diversas mercancías de que dispone el lugar. O sea que los publicistas esperan que los lectores se arrellanen para enterarse de lo que sucede en el comercio, como si no hubieran muchos otros anuncios en el periódico demandando con sus artes y argumentos la atención del usuario del órgano.

Del recuerdo




El amigo comunicador y abogado, Adalberto Grullón, mientras
sosteníamos una entrevista para la televisión en Nueva York, en los días festivos navideños del 2005. Hoy Grullón produce y modera su propio programa televisivo en un canal de su natal Moca. Mas abajo durante la premiación artísticas también en la Gran Urbe, de la Asociacion de Cronistas de Espectáculos (ACE). Entre otras figuras, además de la nuestra, se encuentran los colegas Zunilda Fondeur y Joseé Alduey Sierra, así como quien fuera un maestro de la cámara, Kike Payano (fallecido), Aracelis Ayala y otros acompañantes.






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